En este libro nos encontramos con la historia de Francis X. Petrel ex paciente ezquizofrénico del Hospital Estatal Western.
En la actualidad "Pajarillo" como lo conocen sus amigos vive solo, pero se obsesiona con narrar su pasada vivencia en el hospital.
Solo, en la pared de su departamento empieza a escribir una historia de negligencia y mala praxis por parte del director del hospital y el psiquiatra encargado del grupo de Pajarillo, pero el problema surge con una serie de asesinatos en su sector del Western.
Es un libro escrito en primera y tercera persona, me encantó que el autor haya narrado una historia de obsesión y misterio en todos los sentidos, en este hospital cada paciente tiene su historia, sus problemas personales y los motivos que los llevaron al hospital psiquiátrico, y si bien no los podemos conocer a todos en profundidad los llegamos a conocer lo suficiente como para encariñarnos con todos y cada uno, tanto a los principales como a los secundarios. También se encuentran toques de humor, gracias a los pequeños disparates que los pacientes pueden decir o creer, por ejemplo nos vamos a encontrar con la mismísima Cleopatra o con Napy que años de historia hicieron que crea que es Napoleón Bonaparte. Con sus extravagancias y locuras los personajes nunca dejan de ser queribles.
También me gustó que no sea predecible, cada página es una sorpresa de lo que Pajarillo, su amigo Peter y la Fiscal Lucy Jones hacen para averiguar el verdadero asesino que se hace pasar por un paciente del Western, simulando tener una patología que no tiene.
Aún con el apoyo de sus amigos Francis cree que solo puede confiar en sus voces que solo él escucha y le aconsejan, cuidan y protegen así como también le dicen en quien puede confiar y en quien no...
mi pequeña reseña no le hace justicia al una obra perfecta!
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